
La mayoría de los alimentos que ingerimos, por diferentes procesos metabólicos, se terminan convirtiendo en azúcar (glucosa) la cual llega a las células a través del torrente sanguíneo. La insulina producida por el páncreas, actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre en las células para que éstas la utilicen como energía.
Cuando el organismo no produce cantidad suficiente de insulina o bien las células no pueden utilizarla adecuadamente, aparece la DIABETES.
Existen tres tipos principales de diabetes:
Diabetes tipo 1: es de tipo autoinmune, por lo que los síntomas aparecen en edades tempranas. Necesitan insulina para vivir y, hasta el momento, no se puede prevenir.
Diabetes tipo 2: las células pierden la capacidad de utilizar la insulina adecuadamente por lo que no puede mantener los niveles de glucosa en límites normales. Es un proceso que evoluciona a lo largo de los años y que en sus primeros estadíos no da síntomas, por lo que el control periódico de la glucosa en sangre es muy importante para el diagnóstico precoz ya que se puede prevenir o retrasar su evolución. Aproximadamente el 90% de las personas con Diabetes son de tipo 2.
Diabetes gestacional: aparece en mujeres embarazadas no diabéticas previamente. Generalmente desaparece después del parto pero aumenta el riesgo de padecerla posteriormente.
Síntomas sospechosos
- Poliuria, necesidad de orinar con mucha frecuencia
- Mucha sed
- Pérdida de peso sin justificación
- Mucha hambre
- La visión borrosa
- Hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies
- Mucho cansancio
- Heridas que cicatrizan mal
Factores de riesgo:
* Obesidad y sobrepeso
* Sedentarismo
* Antecedentes familiares de Diabetes tipo 2
* Diabetes Gestacional
* Síndrome de ovario poliquístico
Consecuencias:
La Diabetes es una enfermedad crónica y progresiva que afecta a todo el organismo especialmente a órganos diana como el corazón y el riñón. Entre sus múltiples repercusiones destacamos:
** insuficiencia renal
** cardiopatía isquémica
** retinopatía
** polineuropatía
** arteriopatía
** aumento del riesgo de infecciones
Cómo podemos prevenirla?
Casi el 14% de los mayores de 18 años que residen en España tiene diabetes tipo 2, afirma el Estudio di@bet.es
La aparición de la Diabetes tipo 2 está especialmente relacionada con el sobrepeso, sedentarismo y alimentación inadecuada por ello, las recomendaciones van dirigidas a corregir estos factores de riesgo:
– Alimentación, tomaremos como base la dieta mediterránea. Tenemos que reducir el consumo de carnes muy grasas y azúcares e hidratos de carbono de alto índice glucémico (harinas refinadas, pasta, pan blanco,…), consumir frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, aceite de oliva virgen extra, huevos y pescados.
– Aumentar la actividad física. La OMS recomienda 150 minutos de marcha rápida. Entre quienes ya padecen diabetes, practicar rutinas deportivas de forma regular ayuda al control de la patología, cualquier ejercicio aeróbico es una buena opción. Si la práctica de ejercicio es frecuente podemos aumentar la utilización de glucosa por el músculo, mejorar la sensibilidad a la insulina, controlar el peso y evitar la obesidad.
– Dejar de fumar: tanto para prevenir la aparición como para prevenir complicaciones derivadas de la diabetes.
Así que, si eres obeso/a y no realizas ejercicio, debes ser consciente de que tienes un riesgo elevado de desarrollar Diabetes y que en tu mano está revertirlo.