Que la práctica regular de actividad física tiene efectos beneficiosos para la salud es indiscutible y entre ellos que podemos destacar:
– reducción del riego de enfermedades cardiovasculares
– reducción del riesgo de desarrollo de obesidad y diabetes
– reduce el riesgo de algunos cánceres
– fortalece los huesos y articulaciones
– mejora la actividad del sistema autoinmune
– a nivel psíquico mejora la autoestima y reduce los síntomas de depresión y ansiedad
Sin embargo, cuando hacemos ejercicio sobre todo si es de alta intensidad, aumentamos notablemente el consumo de oxígeno lo que provoca un incremento en la producción de radicales libres. Este fenómeno se conoce como estrés oxidativo.
Los radicales libres se forman a partir del oxígeno que entra en nuestro organismo. Utilizamos el 95% para producir energía y el 5% restante es el que los genera.
La actividad física incrementa considerablemente la demanda de energía y para proveer de este oxígeno, el cuerpo aumenta su captación a través de los músculos activos.
Otro mecanismo de producción estaría relacionado con la hipoxia tisular transitoria que se produce en algunos órganos como el riñón cuando se realiza ejercicio intenso.
Es muy importante frenar la producción de radicales libres ya que son uno de los responsables del envejecimiento celular así como producir agresiones al organismo.
Por ello y para funcionar al máximo, además de un buen entrenamiento necesitamos un dieta equilibrada.
Los hidratos de carbono y las grasas aportan la mayor parte de la energía. Es esencial asegurar un consumo suficiente de ácidos grasos poliinsaturados (omega 3).
Las proteínas juegan un papel esencial en el desarrollo y mantenimiento de la musculatura.
Los micronutrientes juegan un papel esencial en los procesos metabólicos:
– vitamina C, Selenio y Zinc son necesarios para el sistema inmunológico
– vitaminas del grupo B, vitaminas C y E, Calcio, Magnesio y Yodo, son importantes para el suministro de energía
– Magnesio y Calcio favorecen la función muscular normal
– Hierro interviene en la formación de hemoglobina y por tanto en la oxigenación
En resumen y con el fin de lograr nuestros objetivos, debemos elaborar un plan de entrenamiento progresivo acompañado de una dieta equilibrada y adecuada a la intensidad de la actividad física.